muy elegante.
Un día se coló en nuestra
Bibliosteca
y se escondió debajo
de las cubiertas.
Al abrir los libros
salia a contarnos
cuentos y poesías,
como a los niños les gustó
de mascota se quedó.
Y una vez a la semana
lo visitaremos por la mañana,
para así con él
muchas cosas aprender.
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